domingo, 24 de enero de 2010

Un mundo de mujeres






No suele ser habitual que escriba en este blog sobre política o que emita mis posiciones sobre determinados aspectos relacionados con la misma, pero en esta ocasión y después de debatirme entre su conveniencia o no, he optado por hacerlo.


El origen de este post viene como consecuencia de una posición que he mantenido desde hace ya algún tiempo en otros ámbitos, y que se concreta en mi discrepancia sobre la obligatoriedad impuesta de cuotas femeninas en todos los ámbitos políticos, instituida por el presidente Zapatero y abrazada por ciertos colectivos como la panacea de la gestión política.


Establecer la igualdad entre hombres y mujeres no puede consistir solo en mantener cuotas por decreto. Nadie ha explicado como tras perseguir la paridad durante siete años hay un ámbito en el que no se ha hecho nada o muy poco. Ese ámbito es el referido a lo laboral, a la cualificación profesional y por tanto a la salarial, y es justamente aquí donde las diferencias, que aún se mantienen, son tremendamente injustas.

En el resto considero que la “discriminación positiva” impuesta no hace más que posicionar a la mujer en un lugar vejatorio y que es claramente perjudicial para ella misma, porque es otorgarle una posición disminuida en nuestra sociedad, pienso que la mujer actualmente participa en los ámbitos que quiere y cuando quiere, accede a la política si lo considera oportuno y así debe de ser, no creo que la mujer tenga que seguir ocupando cuotas en listas por el simple hecho de ser mujer, ya que ella misma tiene tanta o más capacidad que cualquier hombre y es capaz por sí misma de desarrollar su trabajo, su formación o su actividad política dentro de los cauces lógicos.

Creo que la posición del presidente en esta materia es obsoleta y se corresponde muy poco con la realidad actual. Lo interpreto más como una concesión de cara a la galería para obtener un puñado de votos de algunos colectivos, que una propuesta progresista como se trató de disfrazar.

Estas opiniones me han causado algún que otro disgusto, lo reconozco, con alguna amiga y en otros espacios donde las he defendido. Pienso que no he sido capaz de trasmitir claramente que la mujer debería de estar por encima de las simples opciones de cuotas, que eso es puro paternalismo. Voy mas allá, la mujer viene demostrando sin cuotas, sus capacidades para ser cada vez mas influyente en nuestra sociedad por mucho que algun extremismo feminista quiera hacernos creer lo contrario.

Hoy he tenido una gran alegría, esta tarde leyendo el periódico “El País” me he topado con un articulo de Mónica Zgustova (escritora) titulado “Un mundo de mujeres” que comparto y en el que expone como ella considera que “la mujer ya no necesita muletas” y cito textualmente, “El paternalismo masculino que se oculta detrás de programas progresistas orientados de cara al escaparate, como el cupo de Rodríguez Zapatero, es contraproducente porque provoca resentimiento en la sociedad, y a la imagen de la mujer profesional le hace más daño que bien. La mujer camina sola, llega lejos y sabe sacar adelante grandes negocios, además de disfrutarlos”.

Digo que me ha alegrado mucho leer este artículo, no porque coincida con mi tesis, no, sino porque en la medida en que más personas participen de esta opinión, mejor será para esta sociedad, la que formamos todos, la de la igualdad real basada en las capacidades personales y no en las diferencias de sexo.

Espero no herir susceptibilidades de ningún tipo, estoy segura de ello ya que diariamente cuando veo la creatividad y la maestría de vuestros blogs, me ratifico más en mis posiciones.

3 comentarios:

  1. Decir la verdad creo que no puede herir susceptibilidades, Eritia. Vivimos en una sociedad todavía con tintes machistas y la mujer está ya cansada de ser objeto de mercancía para unas elecciones.

    Hace tiempo que la mujer vuela sola pero hay personas que deben de necesitar lentes de aumento para darse cuenta.

    Mil besos y mil rosas.

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  2. Pienso exactamente lo mismo que tú.
    Donde yo trabajo se ha promocionado alguna mujer a cargos de máxima jerarquía por el simple hecho de ser mujer, y eso les está pasando factura, porque tienen ningún tipo de credibilidad.
    No es culpa de ellas sino de los que además las han usado con fines electorales.
    En cambio las que han ascendido por su propio esfuerzo tienen el respeto de todos como cualquier otra persona.

    Besos.

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  3. Gracias por tu cariñoso comentario. Es muy cálido sentirse arropada.

    Mil besos y mil rosas.

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