viernes, 23 de julio de 2010

Hasta aquí hemos llegado!




Saludo a la vida, saludo al sol y saludo al mar. Por fin llegó. Las tareas propias de la salida, los preparativos de última hora, las posibilidades de olvidar algo, el ajetreo propio de los grandes acontecimientos el que a pesar de estar cansado no se siente y la adrenalina invadiéndolo todo.

Si, mañana recién salido el sol nos pondremos en marcha. Repito las vacaciones de verano siempre en el mismo sitio, las playas del sur de Cádiz será nuestro hogar los próximos veinte días. Este año se ha hecho mas larga la espera pero al final ha llegado.

Eso tan socorrido de cargar las pilas tendrá lugar. Los paseos de la mañana por la playa tras ese primer café con una galleta todo lo más, nos acompañará todos los días, eso espero. Pasear, tratar de identificar el rumor del agua al batir en la arena. Cada sonido es diferente, diferente según la zona de la playa, diferente según el viento. Después el desayuno largo con la familia, con la lectura de los diarios y dejar pasar plácida, lentamente el tiempo. En eso debería de consistir las vacaciones tratar de alargar al máximo los segundos, las horas, los días. No hay prisa, deleitarse en cada uno de los acontecimientos.

Soy afortunada, somos afortunados en nuestra familia; Podemos ir de vacaciones. No obstante, pienso en todos aquellos que por la maldita crisis han tenido que renunciar a este periodo. Mi deseo de verano; que podamos salir cuanto antes de este pesar en el que tantas familias están.

Trataré de conectarme en al medida de lo posible, ahora las prioridades serán otras. Buen verano para todos.

martes, 13 de julio de 2010

Ningún jugador es tan bueno como todos juntos


Vaya por delante que este post, no es sobre el mundial. Vaya por delante que no entiendo nada de futbol y vaya por delante, por último, que no soy de ningún equipo salvo del de mi hijo; fútbol base y modesto.

Confieso que no soy capaz de emocionarme y vibrar más que cuando veo jugar a Miguel, ahí si grito, canto, salto y animo a los niños. A veces, hasta he llorado viéndoles jugar. Pero eso no es valorable, no es objetivo, es amor. Tanto, tanto no entendía yo de futbol, que cuando comenzó a jugar creamos juntos, los dos, códigos propios para que no metiese la pata cuando el jugaba y yo gritara, diciendo tonterías tales como ¡Sube! cuando en el lenguaje de fútbol era precisamente, bajar. Jamás conseguí entender en que consistía el fuera de juego y otras muchas reglas que los que dominan esto manejan con una soltura que yo admiro.

También vaya por delante que me cuesta mucho sentir esa pasión que sienten la mayoría de los ciudadanos en este momento; No tengo sentimientos patrióticos, regionalistas o localistas. Suelo ser crítica con los radicalismos en general, porque no soy capaz de comprenderlos.

Como sabéis soy salmantina y aquí vivo. En los últimos tiempos desgraciadamente cada vez que saltaba una noticia de mi ciudad al ámbito nacional me provocaba vergüenza sobre el papel que los dirigentes locales de mi ciudad ofrecían al resto del país, léase el asunto del Archivo Histórico y los papeles de la Guerra Civil en una batalla con Cataluña, absurda, ridícula e impropia en los tiempos actuales. Siempre pensé sobre que se pensaría de los ciudadanos salmantinos, en otros ámbitos, al ver esas imágenes sonrojantes, con manifestantes en la Plaza Mayor más típica y propia de otros siglos, de una España negra y fascista, en ese ejemplo de la vocación ultramontana de la derecha española.

Pero no amigos, los ciudadanos salmantinos no son mayoritariamente así. Hoy me siento feliz porque la ciudad de Salamanca está representada por la persona de Vicente del Bosque que ha saltado a primera página por algo magnífico. Sí, por haber ganado el mundial también, pero sobre todo por que esa persona que representa una forma de ser, una forma de actuar y un estilo de vida basado en valores, basado en actitudes tan, parece, pasadas de moda entre la gente guapa, la que durante muchos años ha sido referente de esta sociedad y que la ha hecho un daño tremendo.

No voy a hablar mucho más de él, mi hijo se inició en el futbol en una escuela que durante el verano organizaba un campus del fútbol patrocinado, entre otros, por Vicente del Bosque y la asociación Aviva para discapacitados a la que él pertenece. Ni un solo año Vicente dejó de dedicarles una mañana a estos chicos, estar con ellos, charlar, jugar y potenciar la integración de los niños con menos capacidades.

En la habitación de mi hijo figura colgado el primer diploma que le entregó con seis añitos y el lema que da título a este post, no se si la frase es de él o de Alfredo Di Stefano, da igual en cualquier caso, la hizo suya y así se lo trasmitió a los niños. Fiel reflejo de lo que hoy, todos han podido conocer sobre este singular personaje.

Apuesto por gente como usted. Hoy me siento orgullosa de que el saber y la inteligencia está por encima de algo, repito, que parecía una bandera de este país en los últimos años; El ser bocaza, la chulería y los hijos de p… proliferaban demasiado.

Estos días, tengo a mi hijo jugando en Vitoria, la Gasteiz Cup, no pude ver con él la final, esta tarde jugó su primer partido, me llamó para decirme que habían ganado 4-1 y que él metió un gol, según me dice dio en un palo y cedió otro a un compañero que no había marcado.

Algo has aprendido en tu escuela. Nunca llegarás a jugar en un equipo de primera, pero tú, eres un jugador de primera.