miércoles, 2 de diciembre de 2009

LA VEJEZ



Ayer, caminando por estos lares, leí un post sobre la vejez, y lo que ocurre es que el dedicarse a pasear y leer a tan distintos autores, provoca una amplia y variada reflexión sobre los distintos temas tratados.

Considero que la vejez tiene poco que ver con la edad, tiene que ver más bien con la mentalidad y con la propia personalidad de cada cual. Cada vez más, la vejez tal como la contemplamos en nuestra sociedad, es una actitud. Bien es cierto, que la salud y los “achaques” si se corresponden habitualmente con la edad, pero incluso esos achaques tienen mucho que ver con la manera de entender la vida.
Retomando el origen de este post, decía, que me hizo reflexionar sobre este asunto, no he tenido muchas oportunidades de convivir con personas que hayan llegado a la vejez, ya que mis padres, se fueron muy jóvenes, pero si he tenido la gran suerte de vivir de cerca esa etapa con mi suegro.

Hoy te he recordado de manera continua.
Decía, que pienso en la vejez como una actitud, jamás podré olvidar como con 80 años enseñaste al peque a tirarse de cabeza en la piscina o jugar al futbol con él, enseñarle a regatear, a celebrar los goles de tu nieto como si fueras uno más del equipo de alevines. O el estar siempre dispuesto para salir de viaje, a tomar unos vinos o comer en un restaurante.

A no perder jamás el sentido del humor y a reirte de ti mismo minimizando incluso los achaques típicos.
A pensar que los viejos siempre son los demás, aunque tengan 30 años menos que tu.

A la ternura de tus abrazos o las bromas que nunca dejaste de gastar. A enseñar a cada uno de nosotros que la vida esta en el día a día y en nosotros mismos. A disfrutar con los momentos presentes porque esos no vuelven y a pensar que tal vez el futuro no exista, pero que tiene que dar igual, porque tengo el hoy.

Paco, hoy estés donde estés, un beso, miles de gracias y como tu dirías un vinito a tu salud.