sábado, 5 de junio de 2010

La primera tarde de verano


Llegó el verano y con él, cambiaron las formas y costumbres. Dándole la bienvenida, como un invitado más, comenzó a sonar la música que lo identifica, me busqué un rinconcito en mi jardín y lo convertí en mi zona chill out, con mi portátil siguiéndome y mi música favorita; Un CD hecho con cariño, especialmente para mí, donde deposito mi tiempo, mi pasado, mi presente, mis sueños, mis alegrías y mis penas, mientras escribo suena en mi equipo Dust in the wind, de Kansas, medio gin-tonic de Bombay azul, y un cigarrillo de chester.

El buda de mi jardín Zen me mira con ojos infantiles, mientras Miguel me comenta el libro que tiene entre manos, yo no sería capaz de leerlo, La Alternativa de Rudolf Bahro, sin embargo él está emocionado con ese viejo libro. A lo lejos, en la otra parte, oigo a mi hijo gritar “golaaazo” mientras juega un partidillo con los amigos. Interactúo con mis amigos blogueros, en este caso Toro y Josef, que presiento hacen lo mismo que yo en esta tarde de sábado, presumo que también tranquila y apacible para ambos.

Cambia la canción y ahora es Angie de los Rolling, va por ustedes amigos por compartir la tarde conmigo.